sábado, 9 de agosto de 2008

¿HACIA DÓNDE VAMOS? ¿QUÉ BUSCAMOS?

SEGUNDA PARTE
En las reflexiones a las que llegué en mi artículo anterior, quedó plasmada la necesidad de fomentar la incorporación – por parte del alumno – de un conocimiento generador y que él nos lleva a la imperiosa necesidad de trabajar de modo colaborativo...

La gran pregunta es el cómo..., el desde cuándo..., el de qué modo... Permitámonos reflexionar juntos sobre esto...

Ante todo evaluando la realidad de lo que podemos hacer sin perder de vista nuestra utopías (lo que quisiéramos)... ¿Por qué? Simple: si nos atenemos sólo a la realidad cotidiana, seguramente no provocaremos el cambio que la educación necesita... Si sólo nos arrastra la utopía, jamás lograremos nada... De la correcta mezcla, combinación de ambas quizás podremos ir avanzando hacia nuestro ideal...

Más allá de los enfoques pedagógicos y métodos didácticos a los que cada uno de nosotros adhiera, hay algo en lo que todos en mayor o medida coinciden: la elección de estrategias adecuadas para el grupo y la disciplina que se aborde... Dentro de esa estrategia, creo que es fundamental poder contar con la “complicidad voluntaria” del alumno... ¿A qué llamo “complicidad voluntaria”? A la “necesidad imperiosa" del estudiante de encontrar respuestas, soluciones, no por una calificación: sino por el saber mismo... Creo que es el único modo de lograr la posibilidad de que puedan transferir esos conocimientos a situaciones reales y cotidianas sean profesionales, personales o de cualquier tipo ...

Justamente porque estas estrategias deben tener como “piedra angular” la realidad, no creo que existan fórmulas mágicas ni aplicables a todos: si no, dónde queda la realidad de cada grupo, de cada institución escolar, de cada país, de cada docente... De allí la importancia del educador en esta elección... Claro, que no le alcanza con sólo informarse... debe ahondar más, mucho más...

¡Ni qué hablar cuando empezamos a intentar a utilizar las TIC! El problema se nos complica muchísimo más... por nuestra propia inexperiencia y escasos conocimientos somos “presa fácil” de cualquier software pedagógico bien “vendido” (publicitado), con un diseño atractivo... Si luego de probarlo con mil ilusiones sobre los resultados a obtener, nos encontramos con que no nos sirven, caemos en la desesperación o en el total descarte de las Nuevas Tecnologías..., cuando, en realidad, debiéramos indagar y comprometernos mucho más con ellas... El software que nos agrada está acorde a nuestra propia concepción del proceso de enseñanza/aprendizaje? Gros Salvat dice : “(...), el diseño del software educativo debe estar precedido por una forma de entender el proceso de enseñanza-aprendizaje. No siempre el diseño de los programas comerciales se sustenta en un planteamiento pedagógico determinado. La complejidad de la producción del software educativo estriba en el hecho de que deben tomarse decisiones en torno a los contenidos (selección, organización, adaptación a los usuarios, etc.), a las estrategias de enseñanza de dichos contenidos y a la forma de presentación (diseño de las pantallas) más adecuadas con el objeto de facilitar el proceso de aprendizaje del usuario.” “(...)un producto educativo no es un programa de control de una actividad específica, sino que se supone que el producto provocará un cambio en el usuario, le proporcionará (o facilitará) un determinado aprendizaje. En este sentido, no se trata sólo de decidir la organización de los contenidos del programa, sino la estrategia didáctica más idónea. El diseño del software educativo condiciona su forma de utilización, pero esta puede alterarse a partir de diferentes propuestas didácticasGROS SALVAT, B (2000): El ordenador invisible. Barcelona: Gedisa. Cap. III y VIII.
En el mundo actual, es tan grande la diversidad de oferta que la pregunta que naturalmente nos surge es cómo discriminar, qué tener en cuenta. “La respuesta no es fácil, ya que la selección y utilización de los diversos recursos depende de muchas variables: finalidad educativa, tipo de usuario, tiempo de utilización, grado de dificultad del producto, etc.

Otro punto de importancia para tener en cuenta es el aporte de C. Alonso, quien realizó una revisión de las principales clasificaciones de las posibilidades del uso de la computadora en el contexto del proceso que nos ocupa: el de enseñanza/aprendizaje. Esta autora concluye que "cuando llega el momento de establecer algún tipo de clasificación en torno a las posibilidades de utilización del ordenador en la enseñanza, mientras unos autores se centran en el papel que desempeña el ordenador, hay quienes explicitan los paradigmas asociados a su utilización o quienes optan por establecer relaciones entre las diferentes teorías del aprendizaje y el medio informático" (Alonso, 1994, p. 149). Cuando se refiere a la utilización de al computadora, reconoce tres modos posibles de vincularse a ella: como un fin (aprender sobre ordenadores), como un medio (aprender del y con el ordenador) y como una herramienta (para todos los actores del proceso: profesores y alumnos).

Gros Salvat afirma que “Existen dos aspectos importantes para que el uso del ordenador en la enseñanza sea exitoso.En primer lugar, los profesores deben planificar la ejecución y hacerla coherente a su práctica habitual y, en segundo lugar, los alumnos deben tener claros los resultados del aprendizaje. Ambos aspectos sólo pueden llevarse a cabo cuando los profesores tienen a su abasto un software de calidad. En mi opinión, la calidad del software está determinada no sólo por los aspectos técnicos del producto, sino por el diseño pedagógico y los materiales de soporte. la apropiación del ordenador en la enseñanza es compleja y supone, especialmente para el profesorado, el aprendizaje de nuevas estrategias de enseñanza y el olvido de algunas viejas. La implementación puede ser concebida como un proceso de aprendizaje del profesor pero es, sobre todo, un cambio de creencias y actitudes. Parece deseable que el desarrollo del software educativo y los materiales de soporte surjan de la propia práctica, es decir, de los propios profesores. La especificación de estos materiales didácticos debería contener los siguientes aspectos:
• Características generales de los contenidos y procedimientos que se pueden trabajar sobre la base de los objetivos, contenido, tiempo, sugerencias para detectar efectos de
aprendizaje, etcétera.
• Información sobre los conocimientos previos necesarios para utilizar el programa.
• Para cada práctica u actividad sugerida deberían señalarse: los objetivos, contenidos, método de trabajo, temporización y formas de evaluación
.”


Al respecto el GRUPO ORIXE , luego de definir al software educativo como “los programas de computación realizados con la finalidad de ser utilizados como facilitadores del proceso de enseñanza”, presenta en su informe una tabla que creo pertinente y que nos puede ser de gran ayuda al momento de pensar o analizar un software con nuestros alumnos:

Características Descripción

Facilidad de uso
En lo posible autoexplicativos y con sistemas de ayuda
Capacidad de motivación Mantener el interés de los alumnos

Relevancia curricular Relacionados con las necesidades del docente

Versatilidad Adaptables al recurso informático disponible

Enfoque pedagógico Que sea actual: constructivista o cognitivista


Orientación hacia los alumnos Con control del contenido del aprendizaje

Evaluación Incluirán módulos de evaluación y seguimiento
Características principales de los programas educativos, clasificación según Marquès (1998)

Los materiales didácticos – y el ordenador, tanto entendido como medio o como herramienta, lo es -, se pueden definir como "el conjunto de medios materiales que intervienen en el acto didáctico, facilitando los procesos de enseñanza y de aprendizaje".” Sus fines centrales persiguen facilitar la comunicación entre el docente y el estudiante para favorecer a través de la intuición y el razonamiento un acercamiento comprensivo de las ideas a través de los sentidos”. (Eisner, 1992). Por ende, la utilización del software educativo será absolutamente diferente dependiendo de cómo la utilice el docente. Veamos, para ello la siguiente tabla sobre la relación entre las funciones del profesor y las características del material emplea, según Squires y Mc Dougall, (1.994)

A) Muchas veces el profesor tiene que adaptar, los materiales de un cierto paquete educativo a las características de la clase y a los fines que él plantea en ese momento: Actúa como un proveedor de recursos.
B) Cuando promueve el uso de las computadoras, hay muchas formas de organizar su uso en el aula y variando de acuerdo a los diferentes estilos docentes. En esos casos, también debe tener en cuenta la graduación del tiempo de interacción con las máquinas, ya en clase donde se produce gran parte del que es en los diálogos aprendizaje: Actúa como organizador.
C) Hay profesores que usan un software para centrar las actividades. El profesor trabaja con un sólo alumno o un grupo pequeño, realizando actividades de tutoría como: razonar y buscar modelos o respuestas: Se transforma en tutor.
D) El uso de software en el aula le puede dar ideas sobre los proceso de aprendizaje y de las dificultades de sus alumnos. En este papel, de investigadores, los docentes, usan al software como una herramienta diagnóstica: Actúa como investigador
E) Se transforma en Facilitador ( responsabilidad principal del docente), cuando actúan como mediadores acompañando a los estudiantes en su aprendizaje. Esta función como facilitador es la que se debe cuidar muy especialmente particularmente desde la inclusión del uso de las computadoras en el aula.

Ahora intentaré abordar, otro punto central del proceso: los objetivos. Siempre deben ser claros, explícitos y concretos; deben ser mensurables (para permitir que sean evaluados) y deben ser planteados para concretarse en un plazo preestablecido. Pero me atreveré a agregar que, además es saludable que todo lo antedicho sea previamente conocido y comprendido por el estudiante ( aún los niños más pequeños son capaces de abordar con mayor empeño aquellas actividades de las que saben explícitamente sus objetivos). Cuando uno lo hace de este modo, los estudiantes se involucran de otro modo y, como es obvio, los resultados son mejores.

Pero..., a esta altura ya se estarán preguntando qué tendrá todo lo antedicho con el punto con que inicié este artículo “el conocimiento generador”...En un documento publicado por el Grupo ORIXE, encontré parte de la respuesta... Los invito a verlas juntos: “Entre las actividades de comprensión o "procesos de pensamiento" que los alumnos pueden desarrollar al interactuar con los programas educativos, se pueden mencionar:
− Explicar relaciones causa efecto.
− Formular conclusiones válidas.
− Describir limitaciones de los datos.
− Confrontar conocimientos nuevos con previos.
− Clasificar y seleccionar información.
− Producir, organizar y expresar ideas.
− Elaborar mapas conceptuales (teniendo en cuenta la reconciliación integradora y la diferenciación progresiva)
− Integrar el aprendizaje en diferentes áreas.
− Inferir correctamente.
− Evaluar el grado de adecuación de las ideas.
− Presentar argumentos pertinentes frente a fenómenos.
− Defender un punto de vista y fundamentar criterios.
− Resolver problemas elaborando estrategias metacognitivas.
La comprensión, implica el compromiso reflexivo del alumno con el contenido de enseñanza y la habilidad para articular significativamente el material comunicado por acciones de guía
” (Cediproe, 1998).


Bien, seguramente todos, en alguna medida hacemos esto... Pero ¿Lo sostenemos en el tiempo? ¿En todos los niveles y disciplinas se trabaja así? ¿Realmente integramos? ¿Fomentamos que transfieran los conocimientos adquiridos en una disciplina o en la “universidad de la vida” a nuevos puntos de vista y opiniones? ¿Existe en la escuela de hoy el tiempo y espacio para ello? Como siempre, muchas preguntas y pocas respuestas... o tal vez no tan pocas... Creo que estaría bueno seguir pensándolo...

Alguien dijo alguna vez: “El primer paso es reconocer el problema, luego darse la libertad para atreverse a plantearlos y a abordarlos, después quizás lleguen las soluciones”
Graciela

2 comentarios:

Virginia Campos dijo...

Hola Gra!
Estuve leyendo la 2º parte y me pareció muy importante que dejaras en claro que el rol de facilitador es el rol más importante del docente. En realidad hay docentes que toman otros roles y también sería válido pero en mi caso ser facilitador es lo que más me interesa. El problema es que no sé si los alumnos saben que existe ese rol y se hace muy difícil trabajar si ellos no saben donde uno está parado o si tampoco están acostumbrados a trabajar con alguien que elige ser facilitador y no 'dador'. Por eso estoy super de acuerdo con la parte en que decís
"Pero me atreveré a agregar que, además es saludable que todo lo antedicho sea previamente conocido y comprendido por el estudiante ( aún los niños más pequeños son capaces de abordar con mayor empeño aquellas actividades de las que saben explícitamente sus objetivos). Cuando uno lo hace de este modo, los estudiantes se involucran de otro modo y, como es obvio, los resultados son mejores."

En mi caso a veces se complica con el tema del idioma (en las escuelas bilingües pareciera que hablar en castellano es un pecado). Creo que es muy necesario crear un espacio en donde se pueda hablar en la lengua madre durante la clase de inglés (principalmente en primaria y secundaria) porque ése es el espacio en donde se logra establecer vínculos más claros.

Nos leemos!
Vir

Elsa Tommaso dijo...

Hola Graciela:
¡Maravilloso artículo!!!
Partiendo de la frase que jamás lograremos nada si sólo nos atenemos a la realidad y no provocamos nada, como tampoco si sólo nos arrastra la utopía, estoy de acuerdo es necesario una combinación de ambas y contar con las estrategias adecuadas y sobre todo con la complicidad del alumno.
Con respecto al rol de facilitador, estoy de acuerdo con Virginia, no es fácil asumirlo ni para el docente ni para los alumnos, ya que a veces cuesta salir del rol de protagonista con ese poder que da el tener mayores conocimientos, por eso creo que el docente, al saber menos que los alumnos en cuanto a las nuevas tecnologías se resiste a ellas. Es un cambio que llevará mucho tiempo, y debe partir desde el profesorado, desde allí podremos avanzar con futuras generaciones docentes más fácilmente que con las actuales.
Como siempre ¡¡excelente lo tuyo!! un beso
elsa